Y hoy me voy contenta a la cama, por varias razones. Ese sexto puesto ha sido bueno para el campeonato, no sumar otro cero ya es un gran paso para nosotros, una vez más lo digo, hoy lo importante era ÉL, y acabar la carrera ya es una victoria.
Me voy muy contenta por poder haber estado una vez más con ellos narrando las carreras, porque hacía tiempo que no estaba y ahora me doy cuenta lo privilegiada que soy por poder hacer lo que me gusta, y ya no solo eso, hago lo que me gusta con gente maravillosa, que me hace sufrir, pero ante todo me hace reír y sentirme cómoda tras el micro, porque al fin y al cabo todo queda en familia, la nuestra, la de la radio, que se consolida carrera tras carrera. Gracias a vosotros por estar ahí, escuchándonos y haciéndonos sentir importantes.
Ya estoy sufriendo por este parón de vacaciones que se va a hacer interminable, pero saquemos el lado positivo a todo. Jorge y Dani volverán más fuertes y con esa fuerza suficiente para darle caza a Márquez. Serán unas semanas en las que no escuchemos " EL TIBURÓN, EL NIÑOOOOOOOO, ME GUSTAN LAS MOTOS". Y serán unas semanas en las que nosotros, los que estamos tras el micro también cojamos fuerzas para volver al 100% y haceros vibrar.
Gracias hombrecillos por dejarme estar una vez más con vosotros. Bona nit y nos vemos el 18 de agosto, de nuevo en tierras americanas.
lunes, 22 de julio de 2013
domingo, 30 de junio de 2013
JL
"Yo no estoy loco, no soy un inconsciente,
solo que cuando creo que puedo hacer algo,
lo hago”.
Jorge Lorenzo
Crónica del GP de Assen.
Ola ke Assen? Haciendo un resumen del GP o ke Assen?
Pues sí, esta vez hemos estado en la catedral del motociclismo, un año más en este bonito circuito. Hoy sábado hemos presenciado las que pueden ser las mejores carreras de la temporada. Sí, LAS carreras, porque nos hemos levantado del sofá en los primeros adelantamientos de la pequeña de las categorías y no hemos podido volver a sentarnos hasta que el último piloto de MotoGP cruzaba la línea de meta.
Los pequeños campeones empezaban como siempre, con esos cinco protagonistas que deberían recibir un trofeo cada uno de ellos. Seguían mostrándonos esos bailes de posiciones a los que nos tienen bien acostumbrados. Sonará repetitivo, pero es así, hasta que no se haya cruzado la línea de meta, no puedes apostar por la victoria, ni siquiera por un podio seguro. Personalmente quería la victoria de Maverick, y por lo que veíamos estaba casi firmada, pero en el último momento hemos visto como un piloto aparecía de un mundo paralelo a este, que se marcaba unos adelantamientos propios de otro mundo, propios de un campeón. Luis Salom conseguía una victoria más, estudiada y merecida. Maverick alzaba su trofeo desde el segundo cajón del podio, y junto a ellos Alex Rins, que nos ha hecho sufrir en varios adelantamientos con su tocayo y Miguel.
Llegábamos a Moto2 padeciendo, sin saber ya si tomarnos una tila o apagar directamente la tele. Nuestro enorme Pol salía de nuevo desde la pole, y caíamos en la cuenta de que las veces que salía primero, ganaba la carrera, así que manteníamos los dedos cruzados para que así fuera. Muchos pilotos con hambre en esta categoría, ninguno quería ceder, la cosa estaba difícil. Mientras avanzaba la carrera veíamos en las primeras posiciones a pilotos como Aegerter y Simeon que no querían ser menos, pero al fina su lucha quedó por atrás junto a Kallio, Rabat y Zarco. Pero por delante la cosa no estaba acabada. Scott quería ganar, y no iba a rendirse, nunca lo ha hecho. Pol tenía una estrategia, que era dejarlo pasar para estudiarlo bien de cerca. Mis nervios iban aumentado, me temblaba todo el cuerpo, ya no me quedaban cojines a los que agarrar, pero finalmente en esa última vuelta Pol hace su estacada, y deja claro cuál era su objetivo. Inteligencia en estado puro. Su sonrisa hace que cualquier victoria, o que cualquier puesto sepa mejor. Scott carrera de diez una vez más, y Aegerter feliz con su tercer puesto.
Finalmente GP, con la noticia del fin de semana. Jorge Lorenzo sufría una dura caída en los entrenamientos libres del jueves, en los que desafortunadamente se rompía la clavícula. Todos pensábamos que volveríamos a verle la cara en Alemania, pero nos equivocábamos. Las caras eran de asombro cuando los médicos le daban el OK para correr, y él se subía a su moto para completar el Warm Up, habiendo pasado unas pocas horas desde su operación. Salía desde la cuarta línea, en el puesto doce, pero no era algo que le impidiera luchar. La carrera transcurría con Pedrosa al frente, con un ritmo fuerte, seguido de pilotos que no descansarían hasta dar con él. ¿Nuestra sorpresa? Jorge Lorenzo escalaba puestos sin descanso, hasta colocarse séptimo en apenas unos giros. Si me hubieran dado un contrato para que eso acabara así lo hubiera firmado, pero Jorge cogía el papel, lo partía en dos y seguía rompiendo leyes. Por delante nos sorprendíamos de ese adelantamiento de Valentino Rossi a Dani Pedrosa. Las gradas se levantaban, yo me levantaba, aplaudía y gritaba como hace mucho que no lo hacía. Jorge arriesgaba y sufría, llegando a ponerse cuarto, a poquito de Marc Márquez, pero empezaba a resentirse y no podía más. Finalmente Cal logra pasarlo y así ir a por sus rivales. Valentino lidera sin presión, agusto sobre su Yamaha, como hacía tiempo que no lo veíamos, mientras Marc conseguía superar a Dani, y no era el único, porque venía el gran Cal Crutchlow, el hombre de la pole para hacerse con un merecido podio.
Tengo que reconocer que casi termino llorando, ¿por qué? Porque he disfrutado como una niña pequeña que pisa por primera vez un parque de atracciones, porque estoy orgullosa de seguir este deporte como lo hago, porque cada año que pasa disfruto más con ellos, sufro, río, me enfado, pero ante todo siento orgullo, y muchísimo. No solo de mis pilotos, si no de todos y cada uno de ellos que suben a su moto cada fin de semana para hacernos vibrar de la forma más única y perfecta. Porque son nuestros héroes, de carne y hueso como nosotros, pero que en cierto modo podemos catalogarlos de superhéroes, porque consiguen cosas impresionantes.
Puedo terminar diciendo, que estoy extremadamente feliz hoy y voy a enumerar algunos motivos. Primero, por esos pilotos que sigo desde hace tanto tiempo y hacen me sienta feliz y realizada por seguir con ellos desde entonces, en los malos y en los buenos momentos. Segundo, por esas personas que desean que Jorge se caiga, esos que lo critican hasta si se saca un moco, porque nos hacéis más fuertes cada día. Feliz por esa gente que dio a Valentino por perdido, y ahora estará frotándose la boca con jabón y cerrándola bien fuerte. Feliz por tener unas parrillas llenas de gente tan grande. Por ser capaces de emocionarme y atacarme a la vez, de sacar mi sonrisa más amplia. FELIZ de seguir a un guerrero, que indistintamente de los campeonatos que consiga, para mi hoy ha hecho historia, hoy me ha demostrado el verdadero significado de la frase tatuada en mi brazo "never give up". Gracias, por hacerme sentir así, extremadamente feliz.
Resumo el Gran Premio con un par de frases de un tío y piloto enorme. "Si mañana corre Jorge, será mi héroe" "He pasado a Márquez para que sepa que es lo que le hace a Dani"
Nos volveremos a ver pronto, esta vez será en Alemania. Ciao.
Pues sí, esta vez hemos estado en la catedral del motociclismo, un año más en este bonito circuito. Hoy sábado hemos presenciado las que pueden ser las mejores carreras de la temporada. Sí, LAS carreras, porque nos hemos levantado del sofá en los primeros adelantamientos de la pequeña de las categorías y no hemos podido volver a sentarnos hasta que el último piloto de MotoGP cruzaba la línea de meta.
Los pequeños campeones empezaban como siempre, con esos cinco protagonistas que deberían recibir un trofeo cada uno de ellos. Seguían mostrándonos esos bailes de posiciones a los que nos tienen bien acostumbrados. Sonará repetitivo, pero es así, hasta que no se haya cruzado la línea de meta, no puedes apostar por la victoria, ni siquiera por un podio seguro. Personalmente quería la victoria de Maverick, y por lo que veíamos estaba casi firmada, pero en el último momento hemos visto como un piloto aparecía de un mundo paralelo a este, que se marcaba unos adelantamientos propios de otro mundo, propios de un campeón. Luis Salom conseguía una victoria más, estudiada y merecida. Maverick alzaba su trofeo desde el segundo cajón del podio, y junto a ellos Alex Rins, que nos ha hecho sufrir en varios adelantamientos con su tocayo y Miguel.
Llegábamos a Moto2 padeciendo, sin saber ya si tomarnos una tila o apagar directamente la tele. Nuestro enorme Pol salía de nuevo desde la pole, y caíamos en la cuenta de que las veces que salía primero, ganaba la carrera, así que manteníamos los dedos cruzados para que así fuera. Muchos pilotos con hambre en esta categoría, ninguno quería ceder, la cosa estaba difícil. Mientras avanzaba la carrera veíamos en las primeras posiciones a pilotos como Aegerter y Simeon que no querían ser menos, pero al fina su lucha quedó por atrás junto a Kallio, Rabat y Zarco. Pero por delante la cosa no estaba acabada. Scott quería ganar, y no iba a rendirse, nunca lo ha hecho. Pol tenía una estrategia, que era dejarlo pasar para estudiarlo bien de cerca. Mis nervios iban aumentado, me temblaba todo el cuerpo, ya no me quedaban cojines a los que agarrar, pero finalmente en esa última vuelta Pol hace su estacada, y deja claro cuál era su objetivo. Inteligencia en estado puro. Su sonrisa hace que cualquier victoria, o que cualquier puesto sepa mejor. Scott carrera de diez una vez más, y Aegerter feliz con su tercer puesto.
Finalmente GP, con la noticia del fin de semana. Jorge Lorenzo sufría una dura caída en los entrenamientos libres del jueves, en los que desafortunadamente se rompía la clavícula. Todos pensábamos que volveríamos a verle la cara en Alemania, pero nos equivocábamos. Las caras eran de asombro cuando los médicos le daban el OK para correr, y él se subía a su moto para completar el Warm Up, habiendo pasado unas pocas horas desde su operación. Salía desde la cuarta línea, en el puesto doce, pero no era algo que le impidiera luchar. La carrera transcurría con Pedrosa al frente, con un ritmo fuerte, seguido de pilotos que no descansarían hasta dar con él. ¿Nuestra sorpresa? Jorge Lorenzo escalaba puestos sin descanso, hasta colocarse séptimo en apenas unos giros. Si me hubieran dado un contrato para que eso acabara así lo hubiera firmado, pero Jorge cogía el papel, lo partía en dos y seguía rompiendo leyes. Por delante nos sorprendíamos de ese adelantamiento de Valentino Rossi a Dani Pedrosa. Las gradas se levantaban, yo me levantaba, aplaudía y gritaba como hace mucho que no lo hacía. Jorge arriesgaba y sufría, llegando a ponerse cuarto, a poquito de Marc Márquez, pero empezaba a resentirse y no podía más. Finalmente Cal logra pasarlo y así ir a por sus rivales. Valentino lidera sin presión, agusto sobre su Yamaha, como hacía tiempo que no lo veíamos, mientras Marc conseguía superar a Dani, y no era el único, porque venía el gran Cal Crutchlow, el hombre de la pole para hacerse con un merecido podio.
Tengo que reconocer que casi termino llorando, ¿por qué? Porque he disfrutado como una niña pequeña que pisa por primera vez un parque de atracciones, porque estoy orgullosa de seguir este deporte como lo hago, porque cada año que pasa disfruto más con ellos, sufro, río, me enfado, pero ante todo siento orgullo, y muchísimo. No solo de mis pilotos, si no de todos y cada uno de ellos que suben a su moto cada fin de semana para hacernos vibrar de la forma más única y perfecta. Porque son nuestros héroes, de carne y hueso como nosotros, pero que en cierto modo podemos catalogarlos de superhéroes, porque consiguen cosas impresionantes.
Puedo terminar diciendo, que estoy extremadamente feliz hoy y voy a enumerar algunos motivos. Primero, por esos pilotos que sigo desde hace tanto tiempo y hacen me sienta feliz y realizada por seguir con ellos desde entonces, en los malos y en los buenos momentos. Segundo, por esas personas que desean que Jorge se caiga, esos que lo critican hasta si se saca un moco, porque nos hacéis más fuertes cada día. Feliz por esa gente que dio a Valentino por perdido, y ahora estará frotándose la boca con jabón y cerrándola bien fuerte. Feliz por tener unas parrillas llenas de gente tan grande. Por ser capaces de emocionarme y atacarme a la vez, de sacar mi sonrisa más amplia. FELIZ de seguir a un guerrero, que indistintamente de los campeonatos que consiga, para mi hoy ha hecho historia, hoy me ha demostrado el verdadero significado de la frase tatuada en mi brazo "never give up". Gracias, por hacerme sentir así, extremadamente feliz.
Resumo el Gran Premio con un par de frases de un tío y piloto enorme. "Si mañana corre Jorge, será mi héroe" "He pasado a Márquez para que sepa que es lo que le hace a Dani"
Nos volveremos a ver pronto, esta vez será en Alemania. Ciao.
martes, 11 de septiembre de 2012
Un cachito más que os regalo de mi historia.
Llegué
y no había nadie, sólo una nota en el espejo del recibidor. Toda la noche sin
dar señales de vida y lo único que encuentro es una nota, como me quieren,
pensé.
Miré
mi móvil, lo tenía lleno de llamadas y sms de mis amigas, preguntándome donde
me había metido y si había recibido noticias del trabajo, pero nada de Marina,
su último mensaje fue el de la bienvenida. Encendí el portátil y me metí en el
correo, suspiré aliviada, tenía algo suyo. Lo leí detenidamente mientras me
encendía un cigarro:
“Hola Lorena, no te he llamado por no
molestar, pero espero que hayas leído mi mensaje y estés leyendo esto ahora. El
martes viajaremos a Qatar, ya sabes que empieza la temporada de motos y que la
primera carrera es allí. Con esto quiero decirte, que como me dijiste que
estabas estudiando,(aunque ya en el último año de prácticas ya casi finalizado)
tendrás que ir a comunicarlo, y después me gustaría que vinieras a verme, donde
te entrevisté, para explicarte y darte lo necesario. Contéstame con la mayor
brevedad posible por favor. Un beso, Marina. “
No
pude evitar sonreír como no lo había hecho nunca, apagué el cigarro y le
contesté. Después llamé a mis amigas, les dije que mi madre y mi hermana no
volverían hasta tarde y que se podían venir a cenar a casa, así celebraríamos
mi admisión.
El
domingo lo pasé durmiendo, intentando controlar mi cabeza, la resaca no era
buena. Ya por la tarde me levanté y decidí terminar de hacer mi maleta, ¿la
verdad? No sabía muy bien que llevarme. En España estábamos en primavera, y
concretamente en Valencia, se estaba bien, ni calor ni frío, mi estación del
año preferida. Pero me iba a Qatar, desde pequeñita, viendo las motos desde mi
sofá, veía la primera carrera del año, a los periodistas en manga corta, y a
los pilotos deshidratados después de las carreras, así que me guié por eso y
metí ropa veraniega, pero alguna que otra de abrigo, si me podía caracterizar
por algo, era por friolera.
A
la hora de cenar, yo lo tenía casi todo preparado, me faltaban algunas cosillas
más, y lo más importante mi vida, esa que iba a dejar apartada para cumplir mi
sueño. Entré en la cocina y miré a mi madre y a mi hermana, no me consideraba
una persona cariñosa, y menos con mi familia, era más bien desapegada, pero en
ese momento las cogí y las abracé.
-
¡¿Qué haces?! – gritó mi hermana – quita pesada que estoy poniendo la mesa
-
¿Te encuentras bien cariño? – preguntó mi madre tan irónica como siempre
-
Mejor que nunca – sonreí – recuerda que a partir de ahora voy a convivir muy
cerca con tu queridísimo Valentino.
Me
gustó seguirle el juego, me miró lo peor que pudo, carraspeó la garganta y se
rió, sabía que siempre era lo que había deseado y se alegraba por mi.
Terminamos pronto y nos fuimos las tres al sofá a ver una peli, se quedaron
dormidas, como de costumbre. Normalmente yo lo hacía con ellas, pero estaba
demasiado nerviosa y había estado durmiendo hasta por la tarde, cosa que
afectaba bastante, así que pasé la mayor parte de la noche mirando fotos y
escuchando música, no pude evitar ponerme tonta y echarme a llorar, eran tantas
cosas las que se me juntaban en ese momento. Me fumé el cigarro de buenas
noches y me acosté, mañana sería un día movidito.
Lunes
por la mañana, exactamente las 10, quedaban horas para estar viajando a Qatar,
así que me levanté muy motivada. Me puse la sudadera fucsia, las medias moradas
y me planté mis zapatillas de colores. Até mi pelo en una coleta alta, haciendo
que mi rasta se dejara ver más de lo normal, me pinté la raya y salí de casa.
Mi madre y mi hermana no estaban, eran las 10, una estaría en el colegio y la
otra trabajando. Me subí al coche y como de costumbre de lo primero que hice
fue poner la música en un tono bastante elevado. Estaba sonando en el disco la
pegatina y bongo botrako – todos los días sale el sol, y me puse a cantar como
una loca; “ Ey chipirón todos los días sale el sol chipirón, que ganas de verte
y comerte la vida…”. Al parar en los semáforos la gente me miraba mal, incluso
algunos se reían ¿y yo? Les devolvía la sonrisa, me encantaba. Llegué a la
universidad y me encontré con algunos compañeros, me fumé un cigarro con ellos
mientras les contaba lo del trabajo,
miré el reloj y me fui corriendo a secretaría. Les expliqué mi situación
mientras miraban mis datos y muchos papeles más, la decisión no tardaron en
tomarla, estuve un poco allí esperando pero no me hicieron sufrir mucho.
-
Bueno
Lorena, hemos estado hablando, y como tienes casi finalizada la carrera…- miró
los papeles de nuevo- te quedan 240 horas de prácticas, así que la decisión es
que te convaliden con tu trabajo y así las completes; y a la vez que estas
trabajando en lo que te gusta, estés terminando tu carrera.
-
Muchas
gracias Teresa, me voy muy muy feliz
-
Te
echaremos de menos por aquí – me abrazó – disfrútalo, estas oportunidades no se
ven todos los días, te veré desde la tele.
Me
despedí de ella, fui a visitar a algunos profesores para contarles la noticia y
me marché. Mientras iba en busca del coche llamé a Marina para decirle que ya
iba para allá, miré el reloj, 11.30, no era mala hora, así que aproveché para
llamar a mi bicheja y contárselo, ya que no sabía nada. Primer tono, y yo tenía
los dedos cruzados, segundo tono…
-
¡Holaaaaaaaaaa!
– ese acentillo asturiano me alegró aún más la mañana
-
Elisonda
güey, ¿Cómo que me cogiste el celular?
-
Y
dale con elisonda, coño – murmuró picada – pues me has pillado en el recreo, ¿y
tú? ¿no haces prácticas hoy?
-
Pues
te explico, tengo que ir a hablar con Marina, la chica de la entrevista, ¿te
acuerdas? – esperé su afirmación al otro lado del teléfono – porque me tiene
que ir dando explicaciones, que mañana ya…
-
Espera…
¿explicaciones? ¿mañana ya? ¡¿De que cojones me hablas?!
-
Me
encanta cuando te cuento las cosas y no me haces caso – me reí – Marina me hizo
una entrevista de trabajo para lo de jefe de prensa, ¿hasta ahí bien?
-
¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!
– era un grito de euforia, o eso creía
-
Vale,
hasta ahí claro no, clarísimo
-
¿Te
te te vas mañana a Qatar? Dios que envidia, voy a echar de menos hablar contigo
todos los días, pero mantenme informada en todo momento por el whats ¡eh!
-
Tranquila,
que siempre tendré un ratito para hablarte y hacerte un resumen de mi día,
serás como mi pequeño diario a distancia – me reí y ella lo hizo también
-
Además
te veré todos los días por la tele y haré que todo Oviedo te vean también, va a
subir la audiencia, ya verás
Yo
reí como estaba acostumbrada a hacer con ella y me despedí recordándole lo
mucho que la quería. Al llegar, aparqué algo lejos así que anduve un poco antes
de llegar, pero así aprovechaba para fumar, había aumentado mi consumo
bastante, malditos nervios que están en contra de mi economía y mi salud.
-
“Toc
toc” – murmuré a la vez que tocaba en la puerta tras la que se suponía que
estaba Marina.
-
¡Lorena!
Justo a tiempo, pasa – me hizo un gesto con la mano y yo sonreí – mira, estos
serán algunos de tus compañeros – fue presentándomelos uno a uno mientras
estrechaba la mano de cada uno de ellos.
-
A
ver si lo recuerdo – fui diciendo sus nombres a la vez que los señalaba y ellos
asintieron complacidos
-
Buena
memoria, si señora – dijo Marc, uno de ellos
-
Y
bonito nombre el tuyo, siempre que te veía por la tele lo pensaba – él rió
mientras me daba una palmada en la espalda
Marina,
que también era del equipo, pero se encargaba de las cosas técnicas, nos
propuso ir a tomar algo y todos aceptamos, así que bajamos a una cafetería
enfrente de la redacción. Al salir deslumbraba el sol, me puse las gafas de sol
y moví mi mano en forma de abanico, era abrasador. Cuando nos sentamos pedimos
unos tercios y Marina empezó a explicarnos.
-
Bueno
Marc, tú ya sabes de que va la cosa, como ya sabéis él ya lleva un par de años
metido en esto – pegó un trago a su cerveza – así que si se me olvida algo, ya
sabes – Marc, en respuesta le guiñó un ojo
Estuvo
explicándonos un poco por encima aquello que tal no supiéramos y luego ya pasó
a anécdotas que les habían pasado.
-
¿Te
acuerdas de aquella jovencita que debutó con nosotros Marina? – preguntó Marc
mientras los dos reían sin parar
-
¿Qué
pasó? – pregunté, ya que había conseguido picar mi curiosidad
-
Bueno,
supuestamente tenemos prohibido mantener relaciones con pilotos o gente
relacionada con ese mundo, ¿no?
-
¿Supuestamente?
– respondí a su pregunta con otra
-
Sí,
supuestamente, ya que normalmente no pasa, pero tampoco te despiden por ello,
simplemente no está bien visto, pero se han visto algunas relaciones duraderas
que no han tenido repercusión ninguna, ¿verdad Marina?
-
¿Hola?
Vayamos por partes, por favor – suplicó Ainhoa
-
Pues
hubo una periodista que empezó con nosotros hace ya tiempo, más o menos de tu
edad Lorena, que tuvo un rollete con Valentino Rossi
Los
que estaban allí se quedaron con cara de idiotas, no era tan raro, pero les
sorprendió bastante, yo me limité a sonreír, me parecía gracioso.
-
Los
italianos son muy romanceros, y mucho más Rossi, es un tío peculiar – siguió
contándonos Marc – es muy simpático, pero con las mujeres no hay quien lo pare
-
Pero…
- bebí de mi cerveza – ¿alguna vez ha tenido relación seria?
-
Lo
poco que se es que alguna vez se ha enamorado, pero no muchas, de todas formas
lo gracioso de la historia es que la chica no sabía mentir, la pillamos y nos
soltaba excusas absurdas, incluso nos esquivaba en el hotel – soltó una
carcajada en medio de la historia – tal vez podría haber tenido algo con él,
pero su propia mentira la consumió, terminó el año y dimitió
-
Sois
crueles – les recriminé entre risas – pobre chica
-
Ya
veremos si vosotras sois capaces de no caer en los encantos del italiano – nos
retó Marina a las chicas que estábamos allí
-
Si,
es tarea difícil, porque es tan mono – dijo Marc mientras recalcaba ese “tan” y
nos hacia ojitos
-
Yo
me declaro culpable ya – dije levantando la mano – Valentino es un encanto
-
¿Pero
tú no adorabas a Jorge Lorenzo? – preguntaron intrigados
-
Y
lo hago, soy fan de él desde bien pequeñita, pero una cosa no quita la otra
-
Pero
si es un estúp… - no deje terminar la frase de Marc, mi mirada asesina lo hizo
parar - ¡era broma mujer! Lo conozco y es increíble, pero hay que saberlo
tratar
Después de largas historias sin fin, decidimos marcharnos, Marina nos
había invitado a la comida que según ella era la de bienvenida, después ya
invitaríamos nosotros. Eran las 17.00 y sólo faltaban ocho horas para coger el
vuelo, me despedí de ellos hasta dentro de un rato y me fui a casa. Cuando
entré, dejé el bolso en la cama y miré al escritorio, era la caja de Carles. Me
quedé un rato mirándola y observando de un lado a otro de la habitación, me
senté poniéndola sobre mis piernas y la abrí. Estaba todo lo de siempre, pero
había añadido algunas cosas más, junto al trozo de mi rasta había puesto un
trozo de la suya, también había metido la camiseta que tanto me gustaba y había
manchado de chocolate la noche pasada y al verlo reí con algunas lágrimas en
los ojos. Me había puesto su MP4 con un pos-it que decía: “como eres así de
olvidadiza no habrás cargado el tuyo así que llévate el mío, lo he llenado de
todas tus canciones para ese largo trayecto, pero no cantes por favor, no
quiero que te despidan”. Mi novio era un idiota, pero uno al que adoraba.
Cuando iba a cerrar la caja vi una nota algo escondida: “Recuerda sólo una cosa,
eres mi chica” y más abajo me pedía que no lo llamara, ya habíamos tenido
nuestra despedida y no podría escuchar mi voz a tan pocas horas de irme. Me
tumbé en la cama mientras agarraba su camiseta, que aún olía a él, me dormí, lo
necesitaba.
Oía
unos pies enanos que corrían de un lado a otro de la casa, abrí un ojo y
enarqué la ceja, mi hermana y mi madre ya estaban en casa, cogí el movil y miré
la hora.
-
¡¿Las
nueve y media?! – grité - ¿Por qué no me habéis despertado?
-
¿Qué?
– mi madre, con las manos llenas de harina, me miró confusa – son las nueve y
media – se limitó a repetir
-
Eso
ya lo se – me apoyé en el marco de la puerta y puse mi mano en la frente
-
¿Te
puedes tranquilizar faltan más de dos horas, más nerviosa estoy yo por la
alegría de perderte de vista
-
Gracias
mamá, eres un cielo – le sonreí irónica y ella hizo lo mismo
Terminé
de meter las pocas cosas que me faltaban en la maleta, repasé como quince veces
toda la lista, no se me olvidaba nada, o eso pensaba. Por último metí la caja,
y cerré el candado de la inmensa maleta. Cogí mi móvil y vi que tenía infinidad
de mensajes de whatsapp deseándome suerte para el viaje, aunque la mayoría eran
de Eli y se basaban en insultos de tipo “perra” y “zorra” por no hacerle caso,
así que le contesté, transmití mis nervios y acordé que hablaríamos cuando ya
estuviera en el avión. Cené, aunque sin mucho apetito, me lavé los dientes y
metí todo en el neceser, me vestí no sabía muy bien cómo ya que aquí hacía un
tiempo diferente y me senté en el sofá. Poco después me levanté y estuve dando
vueltas de un lado a otro. Mi madre y mi hermana me observaban mientras se
reían, yo les hice un corte de mangas sin ni si quiera mirarlas y me reí, los
nervios me traicionaban.
lunes, 13 de agosto de 2012
viernes, 10 de agosto de 2012
Furcias
Cuando todo parece que se acaba, cuando ya no piensas en volver a sonreír, aparecen ELLAS y le dan sentido a todo, una vez más.
Son las gordas más descuidadas, despreocupadas, empanadas, locas, pasotas, criticonas y pesadas que he podido conocer en mi vida, pero se, que como ellas no voy a encontrar a nadie, nunca. Y se, que la sonrisa que me sacan ellas no la consigue sacar nadie.
Por eso y mucho más, gracias gordirriquitinas.
Son las gordas más descuidadas, despreocupadas, empanadas, locas, pasotas, criticonas y pesadas que he podido conocer en mi vida, pero se, que como ellas no voy a encontrar a nadie, nunca. Y se, que la sonrisa que me sacan ellas no la consigue sacar nadie.
Por eso y mucho más, gracias gordirriquitinas.
miércoles, 8 de agosto de 2012
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)


